Bután – la tierra de la felicidad

Después del desayuno, salida al norte de Timbu hasta el Buddha Point (Kuensel Phodrang). Aquí le espera la gigantesca y hermosamente decorada estatua de Buddha y unas vistas de 360 grados de la ciudad de Timbu. Por la tarde, en el Museo Textil aprenderá los secretos del arte del tejido en Bután, el thagzo. En este museo se exhiben las técnicas para tejer tradicionales, los trajes típicos y los característicos tejidos locales. Más tarde, en el Museo Simply Bhutan, podremos saber más sobre la ancestral arquitectura butanesa. Al atardecer, visite el magestuoso Trashi Chhoe Dzong, conocido como la “fortaleza de la gloriosa religión”. Este lugar, centro religioso y de gobierno de Bután, otorga un esplendor real y monástico especial a la ciudad. Alojamiento y noche en el hotel.

Por la mañana emprendemos el camino hacia Gangtey. Durante el trayecto disfrutará de esta escénica carretera que atraviesa serpenteante entre las montañas, a lo largo de unos 135km. En ruta, pararemos en Dochu-la, con unas increíbles vistas de la cordillera este de los Himalayas, antes de continuar hasta Gangtey. La principal atracción de la región es el Monasterio de Gangtey. En el valle también se encuentra el pintoresco pueblecito de Phobjikha. Los vastos espacios abiertos y un entorno de paz y tranquilidad, envuelven este valle, convirtiéndolo en uno de los más espectaculares de Bután. Las grullas de cuello negro migran aquí en invierno, escapando de árido clima del norte, para disfrutar del clima templado del valle. A continuación, visita del monasterio. De un paseo por el pueblo y aproveche la oportunidad de interactuar con los lugareños para aprender sobre su sencillo estilo de vida, además de admirar la bella arquitectura y decoración de las casas-granja butanesas. Alojamiento y noche en el hotel.

Después del desayuno, nos dirigimos a Punakha a unos 130km (aprox. 5h). Durante el camino, no se pierda los picos del este de los Himalayas. En Punakha, visita Punakha Dzong, centro administrativo y religioso de la región. Punakha Dzong juega un papel vital en la historia de Bután. Actualmente está totalmente restaurado después de haber sufrido importantes daños por catastróficos incendios y un terremoto. Posteriormente, una caminata a través de los arrozales le llevará hasta Chimi Lakhang, un templo construido a finales del siglo XV, muy popular entre las parejas que buscan ser bendecidos con el don de fertilidad. Por la tarde, de un paseo por el pueblo de Punakha para observe el día a día de sus habitantes. Alojamiento y noche en el hotel.

Una vez haya desayunado, emprenda el camino hacia Tao. Construido sobre una planicie elevada, este pueblecito ofrece unas encantadoras vistas de las poblaciones aledañas y del paisaje de alrededor. Talo es famoso por sus impolutos caminos y sus entrañables casas-granja con sus coloridos jardines florales, a cada cual más bonito. A continuación, visita del Nalanda Buddhist Institute, una escuela monástica budista donde los jóvenes monjes estudian los principios del budismo. Aquí, podrá interactuar con los estudiantes y sus profesores, mientras saborea un té con mantequilla y disfruta de unas esplendidas vistas. En la tarde, una caminata, a través de los campos de chiles, coles y arroz, hasta Khamsum Yuelley Namgyal Chorten. Este templo de cuatro pisos fue construido siguiendo los directrices de las escrituras budistas, que hacen de este templo un hermoso ejemplo de la arquitectura tradicional budista. Está dedicado a la armonía y al bienestar del reino. Alojamiento y noche en el hotel.

Tras el desayuno, salida con dirección a Paro a unos 127km de distancia (aprox. 5h). En ruta se visita Simtokha Dzong, que viene a significar “Palacio del Significado Profundo de los Mantras Secretos”. Este Dzong alberga el instituto de enseñanza de lengua Dzongha. Una vez llegados a Paro, check-in en el hotel. Paro es una hermosa localidad que alberga algunos de los más antiguos monasterios y templos del país, además, se sitúa en uno de los valles más fértiles de Bután y aquí está el único aeropuerto de la nación. Por la tarde visite el Ta Dzong, donde se exhibe un amplio número de antigüedades, entre las que se incluyen pinturas, textiles, armas y otros objetos y objetos históricos. Más tarde, podrá poner en práctica sus habilidades como arquero, en un campo de tiro con arco. El tiro con arco no es sólo el deporte nacional de Bután, es parte del modo de vida de los butaneses y una parte integral e indispensable de todo festival que se precie. Alojamiento y noche en el hotel.

Después de desayuno, nos dirigimos a Satsam Chorten, durante el camino parada en Kyichu Lhakhang, uno de los templos más antiguos e impresionantes de Bután. En Satsam Chorten comenzará una agradable caminata por los bosques de pinos, hasta alcanzar el Monasterio Takstsang, más conocido como el Nido del Tigre. El Monasterio del Nido del Tigre está construido en un acantilado que mira desde lo alto al valle de Paro, ofreciendo unas vistas que le dejaran sin aliento. Considerado uno de los lugares con más poder espiritual del mundo, es además uno de los sitios religiosos más sagrados de Bután. Se cree que el Guru Rimpoche, el padre fundador del budismo butanés, llegó aquí a lomos de una tigresa y medito en el lugar donde hoy está el monasterio. Al finalizar el día y si el tiempo lo permite, visita del Monasterio Neyphug, una fundación de caridad para los más necesitados y huérfanos. Alojamiento y noche en el hotel.

Su viaje a la Bután llega a su fin. Organizamos su traslado al aeropuerto de Paro, donde tomará el vuelo de regreso a casa. Si fuera necesario, uno de nuestros representantes le ayudará con el check-out en el hotel y le acompañará hasta el aeropuerto. Le aconsejamos que llegue al aeropuerto, al menos con 3 horas de antelación a la hora prevista de salida del vuelo, con su pasaporte y una copia impresa del billete de avión a mano, para evitar posibles complicaciones de última hora. Este viaje es sólo una pequeña parte de la fantástica diversidad y belleza que nos ofrece Bután, esperamos que vuelva pronto y pueda así descubrir mucho más del “Reino de la felicidad”. ¡Namaste!